Mujeres conductoras están cambiando la cara a las micros en Rancagua

No hay trabajos para mujeres y trabajos para hombres. Lo que hay son trabajos con cultura masculina. Oficios que, en forma tradicional, por costumbre y arbitrariedad, son propios de hombres. Uno de esos lugares lo ocupa el manejo de microbuses.

Así como el tren, avión, barco o taxi, hombre es mayoría, hegemonía que de a poco empieza a inclinarse con mujeres que se han atrevido a inmiscuirse en tierra masculina como lo son Mónica Pizarro, Ángela Marca y Scarlett Camus, integrantes de la flota de conductores de la empresa Buses Expreso Rancagua que cuenta con tres mujeres trabajando en el transporte público.

Ellas pasan sus días a bordo de las máquinas, con la responsabilidad de transportar a los rancagüinos sanos y salvos hasta sus trabajos u hogares. Ellas, poco a poco se abren paso en un rubro dominado mayoritariamente por hombres.

Trato diferente hacia el pasajero

Desde La Ligua hasta Rancagua llegó Mónica Pizarro en busca de oportunidades laborales, sin imaginarse que sería la locomoción mayor la que le abría las puertas: “Llegué con este blanco de trabajo de conducción, pero no me imaginé que era la locomoción colectiva mayor” comenta sorprendida quien cada día de trabajo va conociendo de mejor manera la ciudad.

Tuve que aprender calles, lo bueno es que los pasajeros han sido muy amables. Cuando me ven al volante algunos se sorprenden, pero lo toman de buena manera porque me gusta ser dedicada en mi trabajo, el hecho que seamos mujeres nos hace ser más sensibles en ciertas situaciones, por ejemplo, si veo un adulto mayor, espero que esté sentado para avanzar, o cuando sube una mamá que siente a su hijo antes de arrancar”, indica Pizarro.

Revela que no le ha sido difícil familiarizarse con este trabajo más bien masculino, porque viene de la construcción, rubro en que mayormente se encuentran hombres, “trabajaba como maestra de terminaciones finas en construcción, también trabajé como conductora en una minera, no es nuevo trabajar mayormente con hombres”.

Estas experiencias has ha adquirido en búsqueda de nuevas oportunidades para darle mayor estabilidad a sus hijos: “Uno cuando es mamá y tiene que salir adelante sola, a todos los trabajos uno le pone el hombro. Aun vivimos en un país en que el trabajo del hombre es mejor remunerado que los de las mujeres, sigue siendo esa la regla, por eso me inclino por los trabajos masculinos, porque sé que va a ser una mejoría para nosotros como familia”.

Por su parte la boliviana Ángela Marca que llegó desde Arica, lleva un mes en la empresa de transporte mayor rancagüina: “Me vine a trabajar, porque tengo familia por acá, vi el aviso en redes sociales y postulé con la seguridad que iba a quedar porque hay muy pocas mujeres en este rubro”, señala.

Es primera vez que trabajo en este rubro y ha sido muy agradable. Me siento muy cómoda en el trabajo y las atenciones que hay, existe un buen trato y trabajamos para entregar un buen servicio”, asegura Ángela, instando a las mujeres que se sientan capaces de enfrentarse a una micro “que postulen, las puertas están abiertas, la empresa es genial, nos tratan bien, son comprensivos, entonces la mujer que se sienta capaz, que se atreva, que lo haga, no piensen que no van a poder, se puede, siempre se puede”.

Esta experiencia ha entregado buenos resultados, asegura el gerente Buses Expreso Rancagua, Wilson Rivas, contando que las mujeres al volante inspira confianza, son detallistas y cuidan la atención al cliente “el servicio se percibe de una forma distinta de parte del usuario, el trato hace la diferencia y de eso estamos preocupados, poder entregar un mejor servicio al usuario y por eso estamos ampliando este programa”, agregado que han incorporado a mujeres en turnos especiales ajustados a las funciones que también desarrollan en su hogar.

Noticia publicada con información de El Rancaguino

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