Colisión entre dos buses deja a un lactante en estado grave y a 45 personas lesionadas

Un menor de tres meses en estado grave y 45 personas lesionadas de diversa consideración fue el resultado de una colisión frontal entre un bus intercomunal del Trans O’Higgins que se dirigía a Graneros con otro bus del Instituto Santa Teresa de Los Andes que llevaba a los alumnos hacia sus domicilios. Aparentemente, la causa del accidente sería una maniobra de adelantamiento del bus escolar.

Según los antecedentes y versiones de testigos, ambos vehículos transitaban a muy alta velocidad cuando el transporte del Instituto adelantó a un vehículo encontrándose de frente con el bus interurbano, el cual último frenó ocasionándose el incidente. En el interior de este bus iba un lactante de tres meses con su madre, el cual se encuentra internado en estado grave en el Hospital Regional de Rancagua producto de una fractura de cráneo provocada por la colisión.

En tanto, quienes presentaron lesiones leves fueron trasladados al Hospital de Graneros, mientras que los pasajeros graves fueron derivados al Hospital de Rancagua. La progenitora del accidentado más grave se encuentra en estado de shock a la espera de ser estabilizada.

Al Lugar concurrió personal de Bomberos de la Tercera, Cuarta y Quinta compañías, además de Carabineros y funcionarios del Samu para prestar atención médica y apoyo en las maniobras de rescate. Al respecto, el comándate del cuerpo de Bomberos, Carlos Droguett, señaló que “hasta el lugar llegó personal con sus tres unidades donde trabajaron 33 funcionaros. En uno de los vehículos quedó uno de los conductores atrapado, quien debió ser zafado con herramientas especiales por la forma en que estaban tomadas sus piernas”.

Personal de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) llegó para realizar las pericias y determinar las principales causas del accidente. Por otro lado, el conductor del bus escolar está a la espera de la citación del Ministerio Público por su presunta implicancia en los hechos.

Fuente: El Tipógrafo